1923

Nace en Valencia, Venezuela, el 4 de agosto.

1942

Obtiene Premio Mejor Ilustración para Poesía, Primer Salón de Poemas Ilustrados, Ateneo de Valencia, Valencia, estado Carabobo, Venezuela, donde realiza su primera individual.

«(…) En el Liceo Pedro Gual, los futuros bachilleres nos interesábamos por la poesía, entre ellos yo, que además pintaba. La diversión de la época era escribir, recitar y estar pendiente de todas las actividades culturales que se presentaban en el Ateneo (…)» (Alfredo Fermín, entrevista a Oswaldo Vigas, El Carabobeño, 2001).

1943

Obtiene Medalla de Honor, I Salón Arturo Michelena, Ateneo de Valencia, donde presenta muestra con obras realizadas entre 1942-1943.

1945

Ingresa en la Facultad de Medicina, Universidad de los Andes, Mérida, Venezuela, y presenta una muestra individual en Ateneo de Valencia, donde participa en el III Salón Arturo Michelena.

«Cuando ingresé a la Universidad continué pintando y con el dinero obtenido por la venta de mis cuadros, fue que pude culminar mis estudios de medicina» (Gisela Ortega, «El médico pinta cuadros», Caracas a Diario, 1982).

1946

Presenta Oswaldo Vigas, Ateneo de Valencia. Su pintura continúa motivada por la figura humana, con una creciente deformación, mayor libertad y engrosamiento del trazo en refuerzo de la expresividad general de la obra (Figuras de los Andes).

1947

Participa en el V Salón Arturo Michelena, Ateneo de Valencia.

1948

Realiza muestra colectiva con pintores carabobeños contemporáneos, Ateneo de Mérida, Mérida, Venezuela.

1949

Continúa sus estudios de Medicina en la Universidad Central de Venezuela, Caracas. Se integra al Taller Libre de Arte de Caracas y visita periódicamente la Escuela de Artes Plásticas Cristóbal Rojas donde se relaciona con Manuel Cabré, Martín Durban, Pedro Ángel González, Rafael Ramón González y Rafael Monasterios, entre otros. Obtiene Primer Premio, Primer Salón de Pintura, Ateneo de Mérida. La figura humana sigue siendo el tema central de su pintura, cada vez más alejada del figurativismo convencional. El trazo se torna más agresivo, comienza a utilizar colores planos, lacerándolos, y descubre la cerámica precolombina. Todo ello marca el preámbulo para «el periodo de las brujas».