Oswaldo Vigas. Blancos Negros
Sala de exposiciones Eugenio Mendoza, Caracas
19 de septiembre a 5 de octubre 1958
Manuel Quintina Castilla
Revista “Integral” N°9. Noviembre 1957. Caracas, Venezuela. (Fragmentos)
"El trazo no admite ambigüedades y siempre es revelador del grado de sensibilidad y de la verdadera cualidad personal del artista. Cuanto más seguro sea el trazo, más explícitas serán también las formas por él establecidas. Oswaldo Vigas, después de la realización de contenido mágico y telúrico que significaron sus bien conocidas "brujas", en las que predominan las líneas quebradas, sarmentosas y agresivas, los arcos cortados y las formas exteriores abiertas, que lo emparentaron en cierta manera a nuestro entender con los primeros trabajos de André Marchand, ha hecho sacrificio del gran encuentro que respecto a él significó esa pintura, para enfrentarse a otros problemas que le imponían su inquietud de artista y su condición de hombre joven. Muchos hubieran deseado que Vigas continuara pintando "brujas" o siguiera todavía por ese camino. Pero debemos comprender también que ese camino de las "brujas" encontró en ellas mismas su culminación y por lo tanto había dejado de ofrecer interés como creación, como descubrimiento, al pintor, desde el momento mismo en que él resolvió poner punto y seguido a esa línea. Punto y seguido porque la actual pintura de Oswaldo Vigas es una derivación inmediata de las "brujas", y subsisten aún de ellas características plásticas que no son más sino la "mano" y la personalidad del pintor. W. Worringer, en su conocida obra "Abstracción y Naturaleza", dice que "la obra de Arte se halla al lado de la naturaleza como un organismo autónomo equivalente y, en su más hondo ser, sin nexo con ella, si es que por naturaleza se entiende la superficie visible de las cosas".
"El peligroso No-Color invade violentamente la pintura de Vigas y la cruza de signos recios con una caligrafía sombría. Entonces la figura se cierra, se despoja, se hace más sobria y van saliendo el "Objeto Negro'', "Objeto Cerrado", "Objeto Mágico" (1955). Vigas se interesa en la lección de los orientales. Quiere ver en el trazo negro, puro, delimitador y expresivo, lo mismo que Van Gogh y Picasso supieron llevar a grado tan desconocido de desgarramiento y audacia".
"A Vigas por sobre todas las cosas lo que le interesa, en resumidas cuentas, es haber encontrado su libertad y un camino que le proporciona la posibilidad de experimentar sin obstáculos sus recursos de pintor y realizar sus ideas con la mayor amplitud".
Jose Gómez Sicre
Jefe de la Sección de Artes Visuales. Unión Panamericana.
Un renacimiento en el dibujo como medio absoluto y primordial de la expresión plástica, ha llevado a un buen núcleo de pintores contemporáneos al uso de lo monocromo —en especial del blanco y del negro— en las substancias de su preferencia. Por esta vía se han acercado de nuevo lo oriental y lo occidental en el arte, como ocurrió siglos antes con movimientos ya superados.
No podía pasar desapercibido para Oswaldo Vigas, pintor alerta, inquieto, lleno de imaginación e inventiva, esta nueva dirección. Primero en dibujos sólidos, macizos, llenos de sugerencias; más tarde en óleos de deleitosa ejecución, ha ido plasmando su refinado sentido del orden para agrupar sus formas, no importa que sean libres interpretaciones de una flora imaginaria y brutal. Lo blanco y lo negro, en estos trabajos de Vigas se funden sin confusión, se mezclan y siguen siendo negros y blancos, nunca grises. Es decir, un orden intelectual rige y contiene lo que por su propia naturaleza tropical pudiera inclinarse hacia los más herméticos dédalos de un barroquismo tropical.